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Consejos para corregir hábitos de mi perro

publicado por Roberto Cerdán Gómez el
Consejos para corregir hábitos de mi perro

Es indudable que los perros son seres maravillosos que reconfortan en todos los sentidos y nos acompañan en gran parte de nuestra vida.

Pero unos perros acuden a nuestra llamada inmediatamente, mientras otros se hacen los remolones. O directamente que nuestro perro no atienda a nuestras indicaciones y se convierta en un quebradero de cabeza a la larga. Te suena, ¿verdad?

Sin duda, situaciones cotidianas para muchos de vosotros/as que, desde AnimalMood, trataremos en las siguientes líneas para serviros de ayuda y saber cómo actuar.

Mi perro ignora lo que le digo

Un clásico entre los clásicos. No hay forma humana de que mi perro me haga caso, sobre todo en edades tempranas, cuando todavía no tiene interiorizados los hábitos.

Pues bien, pongamos el ejemplo de que nuestro perro se ha llevado a la boca algún objeto peligroso para su salud. Lo primero que aconsejamos hacer es la repetición de nuestra indicación. Lógicamente con suma paciencia porque será un proceso largo y los resultados ni mucho menos serán inmediatos.

Una pelota es un objeto que suele estar en la boca de los perros en muchas ocasiones y pueden convertirse en un peligro

Los castigos nunca son una opción

Cierto es que, en el adiestramiento clásico, tal y como lo conocemos, el castigo tanto positivo como negativo (enlace a https://www.etologiaveterinaria.net/refuerzos-y-castigos-que-son-y-como-se-usan/) eran las fórmulas empleadas para corregir hábitos de nuestro perro.

En primer lugar, tendrás que modificar el ambiente. Es decir, retirar todos aquellos objetos del ambiente que distraen a tu mascota.

Para que lo veas claro, supongamos que tu perro ladra cuando está solo en casa, puedes optar por dejar música de fondo, incluso la radio, o darle un paseo antes para agotarlo.

En definitiva, cambiar aquellos elementos ambientales que propician que tu perro sienta miedo y ladre.

En este sentido entran en juego los llamados refuerzos positivos y refuerzos negativos.  A modo de ejemplo, un refuerzo positivo sería darle un trozo de comida a modo de premio por hacernos caso.

Mientras que un refuerzo negativo sería presionar la correa para que se siente y cuando completa la acción, retirar la presión.

Los refuerzos sirven para que una acción se repita, mientras que los castigos sirven para que una acción deje de realizarse.

Los refuerzos y castigos para el perro pueden hacer que el perro adopte un hábito, lo erradique o coja miedo, por lo que hay que tener mucho cuidado.

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